Cuando me enteré de lo que pasaba en la franja de Gaza estaba allá en la Costa. Los que veranean allá con cierta frecuencia saben que de canal 8 de Mar del Plata y canal 7 no se sale, y el 7 le dió una gran relevancia al conflicto en Medio Oriente.
Por ahí dije que mi sensación, cuando veía caer las bombas, era igual a la que tuve cuando en 2003 ví caer las bombas en Irak por televisión. "Conmoción y pavor" lo llamaba CNN. Y la verdad es que uno intenta explicarse las razones de tanta estupidez y no lo consigue. Porque de la maldad, de la crueldad extrema y el odio se pasa fácilmente a la idiotez. Idiotas, como el saliente presidente de los Estados Unidos, creen que puede haber algo que justifique regar de bombas las pequeñas casas, pertenencias y vidas de miles de hombres, mujeres, niños, viejos, adolescentes, algunos trabajadores, otros estudiantes, o periodistas, o médicos, o lo que fueren. ¿Cuantas madres estarían, cuando cayó la primera bomba, esperando la llegada de su hijo? ¿cuantas personas se dispondrían a comer? ¿cuántos estarían en su trabajo? ¿cuantos chicos estarían jugando? ¿o estudiando? Vidas. Vidas como las de cualquiera de nosotros, acá, en Gaza, Israel o EEUU, en todos los lugares del mundo, pequeñas o grandes vidas, pequeñas o grandes cosas que hacen a la vida cotidiana de un ser humano. Cuando uno piensa en lo sencillo, en el lado mas humano de los seres despedazados por las armas mortales que el ejército de Israel, el estado satélite del capitalismo en Medio Oriente, pulverizó sobre un territorio casi indefenso, no puede menos que sentir horror.
Uno no puede evitar pensar que el cordero se convirtió en lobo. como dice la letra de Intifada, tema de la banda española Ska-p, "¿quien podría imaginar que David fuese Goliat?" . Pero lo mejor, quizá, es no pensar así. No creo que los seis millones de judíos asesinados salvajemente en uno de los mayores horrores de la historia, como fue el holocausto nazi, estuviera de acuerdo con que un Estado, invocando sus creencias religiosas, cometiera acciones cuando menos igualmente letales. No se trata de juzgar al judaísmo, ni a ninguna religión. En mi caso sería absurdo, no soy creyente y no me interesa involucrarme en discusiones religiosas o resentimientos entre las diferentes religiones o sectas. Se trata de lo que es: un Estado financiado por otro mucho mas poderoso, que lo instaló allí para iniciar una campaña de saqueo en la región. El mundo lo repudia, los organismos internacionales llaman a la paz, ¿por que nadie escucha a nadie? ¿será tan fuerte el ruido de las bombas que no permite oir los gritos de desesperación?
Uno no puede evitar pensar que el cordero se convirtió en lobo. como dice la letra de Intifada, tema de la banda española Ska-p, "¿quien podría imaginar que David fuese Goliat?" . Pero lo mejor, quizá, es no pensar así. No creo que los seis millones de judíos asesinados salvajemente en uno de los mayores horrores de la historia, como fue el holocausto nazi, estuviera de acuerdo con que un Estado, invocando sus creencias religiosas, cometiera acciones cuando menos igualmente letales. No se trata de juzgar al judaísmo, ni a ninguna religión. En mi caso sería absurdo, no soy creyente y no me interesa involucrarme en discusiones religiosas o resentimientos entre las diferentes religiones o sectas. Se trata de lo que es: un Estado financiado por otro mucho mas poderoso, que lo instaló allí para iniciar una campaña de saqueo en la región. El mundo lo repudia, los organismos internacionales llaman a la paz, ¿por que nadie escucha a nadie? ¿será tan fuerte el ruido de las bombas que no permite oir los gritos de desesperación?
Fuentes:
Imágen:
http://upload.wikimedia.org/wikipedia/commons/e/e6/Cast_Lead_Mosque.jpg
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