No es mi cumpleaños, pero una torta gigante, repleta de velitas espera mi soplido cargado de buenos deseos. Ahí va mi aliento, repleto de pequeños sueños...
Quiero hablar de la moral, de la ética y de la república. Quiero hablar de la pobreza y alambrar mis campos. Quiero citar al mismísimo Dios mientras corto una ruta. Quiero indignarme si los pobres cortan una ruta. Quiero ser piquetero y revolucionario, y pedirle muchas vaquitas al patrón (que pagaré en cómodas cuotas en charlas radiales o en una marcha con gente linda y decente). Quiero tener un amigo judío (pero nunca un hijo trolo). Quiero hablar de la gente. Quiero hablar por la gente. Quiero contarle a la gente la verdad, la única y pura verdad, aunque yo tenga mil trapitos que lavar. Quiero olvidar el pasado, expiar todas mis culpas con culpas ajenas, quiero levantar el dedo para acusar a todos los que no son "la gente". Quiero velar por la patria, pedir consenso y tomar un banco. Quiero llamar a la cordura, al respeto de las instituciones y de la democracia, decirle al gobierno cómo tiene que gobernar (como yo quiera, claro, pues no hay expresión mas acabada de la democracia que yo mismo, carajo) y subir a mis empleados a un coche el día de las elecciones, mientras les cuento a quienes tienen que votar. Quiero juzgar a los otros por tener ideas, convicciones y lealtades (y sobre todo por tener defectos), por creer en la política y en la democracia, porque no hay democracia si no es por y para mi (que soy el pueblo), por eso soy independiente, y a veces apolítico, porque nadie me representa como yo me represento. Quiero negociar mis ganancias y decir que lo hago por mi pueblo, criticar la ropa de la presidenta, su frivolidad, su patrimonio y su relación con la familia, y reirme de todo con mis hijos apropiados durante la dictadura. Quiero sentir el placer de formar parte de un gobierno y boicotearlo desde adentro. Quiero hablar de la calidad institucional. Quiero oponerme a todo lo que haga el gobierno, sea lo que sea, se joda quien se joda. Quiero decir que lo hago por la patria. Quiero que nadie sepa que alguna vez fuí evasor, que contrabandeé autos, que todos pagan las millonarias deudas de mi familia, o que eché a miles de empleados a la calle. Quiero ser un político moderno, quiero formar parte de la nueva política. Quiero tener varios medios de comunicación aunque la Ley no me lo permita (¿que mayor ley hay que la que yo dicto?), quiero ser un tipo común sin tener que viajar en colectivo. Quiero defender a los grandes oligopolios mediáticos, no por nada en particular, sólo porque formo parte de ellos. Quiero sufrir por la urgencia que vive mi patria, llorar en los medios, y pasar unas vacaciones en Disneyworld. O Punta del Este. O Madrid. Quiero que el espíritu revolucionario llegue a cada rincón del país, a cada argentino, y llevar las banderas del Che ante los ojos de los grandes terratenientes. Quiero olvidar viejos rencores y aniquilar inútiles discordias imponiendo mi visión, y decretar el fin de las ideologías (de nuevo). O de los partidos políticos. O de la política. Quiero mas seguridad, mejores salarios y menos pobreza. Quiero ser como Brasil, pero no en seguridad, ni en salarios, ni en pobreza. Quiero que exportemos mucha, mucha carne, así le dejamos claro al mundo quien la tiene mas larga y ancha. Quiero que aumente mi sueldo, pero llorar porque no me alcanza y decirle que no al pibe sordomudo que pide una moneda (aunque, te juro, me duele la pobreza). Quiero vivir como en Uruguay, que tiene a Punta del Este y está llena de ricos y famosos (y demás gente blanca). Quiero devaluar la moneda para que el país pueda reactivarse, y tener preparada a la policía por si alguno se opone, eliminar todo tipo de impuestos que se van en subsidios a garrafas, fútbol gratis y demás cosas que no me importan. Quiero evadir impuestos y cobrar una jubilación de privilegio, para ser un héroe. Quiero ser un intelectual. Quiero golpear las cacerolas con furia para que el gobierno se vaya de una puta vez, para que la presidenta se muera, para que volvamos a ser un gran país.
Me cansé de ser oficialista. Es mas fácil ser opositor.
Es cierto, es una agenda muy cargada. Si no me puedo sacar las ganas ahora, quizá tenga que esperar a 2012. Pero los deseos hay que cumplirlos.
(Por supuesto que es en joda, no me cansé de ser oficialista. Por todo esto soy mas oficialista cada día).
Quiero hablar de la moral, de la ética y de la república. Quiero hablar de la pobreza y alambrar mis campos. Quiero citar al mismísimo Dios mientras corto una ruta. Quiero indignarme si los pobres cortan una ruta. Quiero ser piquetero y revolucionario, y pedirle muchas vaquitas al patrón (que pagaré en cómodas cuotas en charlas radiales o en una marcha con gente linda y decente). Quiero tener un amigo judío (pero nunca un hijo trolo). Quiero hablar de la gente. Quiero hablar por la gente. Quiero contarle a la gente la verdad, la única y pura verdad, aunque yo tenga mil trapitos que lavar. Quiero olvidar el pasado, expiar todas mis culpas con culpas ajenas, quiero levantar el dedo para acusar a todos los que no son "la gente". Quiero velar por la patria, pedir consenso y tomar un banco. Quiero llamar a la cordura, al respeto de las instituciones y de la democracia, decirle al gobierno cómo tiene que gobernar (como yo quiera, claro, pues no hay expresión mas acabada de la democracia que yo mismo, carajo) y subir a mis empleados a un coche el día de las elecciones, mientras les cuento a quienes tienen que votar. Quiero juzgar a los otros por tener ideas, convicciones y lealtades (y sobre todo por tener defectos), por creer en la política y en la democracia, porque no hay democracia si no es por y para mi (que soy el pueblo), por eso soy independiente, y a veces apolítico, porque nadie me representa como yo me represento. Quiero negociar mis ganancias y decir que lo hago por mi pueblo, criticar la ropa de la presidenta, su frivolidad, su patrimonio y su relación con la familia, y reirme de todo con mis hijos apropiados durante la dictadura. Quiero sentir el placer de formar parte de un gobierno y boicotearlo desde adentro. Quiero hablar de la calidad institucional. Quiero oponerme a todo lo que haga el gobierno, sea lo que sea, se joda quien se joda. Quiero decir que lo hago por la patria. Quiero que nadie sepa que alguna vez fuí evasor, que contrabandeé autos, que todos pagan las millonarias deudas de mi familia, o que eché a miles de empleados a la calle. Quiero ser un político moderno, quiero formar parte de la nueva política. Quiero tener varios medios de comunicación aunque la Ley no me lo permita (¿que mayor ley hay que la que yo dicto?), quiero ser un tipo común sin tener que viajar en colectivo. Quiero defender a los grandes oligopolios mediáticos, no por nada en particular, sólo porque formo parte de ellos. Quiero sufrir por la urgencia que vive mi patria, llorar en los medios, y pasar unas vacaciones en Disneyworld. O Punta del Este. O Madrid. Quiero que el espíritu revolucionario llegue a cada rincón del país, a cada argentino, y llevar las banderas del Che ante los ojos de los grandes terratenientes. Quiero olvidar viejos rencores y aniquilar inútiles discordias imponiendo mi visión, y decretar el fin de las ideologías (de nuevo). O de los partidos políticos. O de la política. Quiero mas seguridad, mejores salarios y menos pobreza. Quiero ser como Brasil, pero no en seguridad, ni en salarios, ni en pobreza. Quiero que exportemos mucha, mucha carne, así le dejamos claro al mundo quien la tiene mas larga y ancha. Quiero que aumente mi sueldo, pero llorar porque no me alcanza y decirle que no al pibe sordomudo que pide una moneda (aunque, te juro, me duele la pobreza). Quiero vivir como en Uruguay, que tiene a Punta del Este y está llena de ricos y famosos (y demás gente blanca). Quiero devaluar la moneda para que el país pueda reactivarse, y tener preparada a la policía por si alguno se opone, eliminar todo tipo de impuestos que se van en subsidios a garrafas, fútbol gratis y demás cosas que no me importan. Quiero evadir impuestos y cobrar una jubilación de privilegio, para ser un héroe. Quiero ser un intelectual. Quiero golpear las cacerolas con furia para que el gobierno se vaya de una puta vez, para que la presidenta se muera, para que volvamos a ser un gran país.
Me cansé de ser oficialista. Es mas fácil ser opositor.
Es cierto, es una agenda muy cargada. Si no me puedo sacar las ganas ahora, quizá tenga que esperar a 2012. Pero los deseos hay que cumplirlos.
(Por supuesto que es en joda, no me cansé de ser oficialista. Por todo esto soy mas oficialista cada día).
ajja no hacia falta la aclaracion ....
ResponderEliminar¿el viernes en el congreso me imagino no?
es mas facil ser opositor, sisi, mas facil que proponer es oponerse a una propuesta, porque solo hace falta una palabra : "no", y punto.
querés demasiado, mucho, querés todo, así te vas a atragantar, pero bueno, aprovechá que te queda poco, mañana sale la ley y así otros van a contar qué quieren también...
ResponderEliminarsaludos
jajaja
ResponderEliminarexcelente!
Y sí, parece fácil ser opositor, pero cómo carajo hacen para dormir????
Mañana a la plaza y basta de sarasa!
Fede: Estamos en eso. Tengo una pequeña traba que resolver, sinó voy a tener que llegar tarde.
ResponderEliminarMichelangelo: ¿Entendiste que era ironía, no?
Pipi: Yo creo que hasta se creen patriotas. Dormir, duermen seguro.