sábado, 7 de mayo de 2011

Evita por Evita



"Ha llegado la hora de la mujer que comparte una causa pública y ha muerto la hora de la mujer como valor inerte y numérico dentro de la sociedad". (...) "Ha llegado la hora de la mujer que piensa, juzga, rechaza o acepta, y ha muerto la hora de la mujer que asiste, atada e impotente, a la caprichosa elaboración política de los destinos de su país, que es, en definitiva, el destino de su hogar". (...) "Ha llegado la hora de la mujer argentina, íntegramente mujer en el goce paralelo de deberes y derechos comunes a todo ser humano que trabaja, y ha muerto la hora de la mujer compañera ocasional y colaboradora ínfima". (...) "Ha llegado, en síntesis, la hora de la mujer argentina redimida del tutelaje social, y ha muerto la hora de la mujer relegada a la más precaria tangencia con el verdadero mundo dinámico de la vida moderna". (...) "Vosotras mismas, espontáneamente, con esa cálida ternura que distingue a las camaradas de una misma lucha, me habéis dado un nombre de lucha: Evita. (...) Prefiero ser solamente Evita a ser la esposa del Presidente, si ese `Evita` es pronunciado para remediar algo, en cualquier hogar de mi Patria..." (...) La mujer del Presidente de la República, que os habla, no es más que una argentina más, la compañera Evita, que está luchando por la reivindicación de millones de mujeres injustamente pospuestas en aquello de mayor valor en toda conciencia: la voluntad de elegir, la voluntad de vigilar, desde el sagrado recinto del hogar, la marcha maravillosa de su propio país. (...)
Esta debe ser nuestra meta.... (...) "Cuando elegí ser Evita, sé que elegí el camino de mi pueblo". (...) "Ahora, a cuatro años de aquella elección, me resulta fácil demostrar que efectivamente fue así". (...) "Nadie sino el pueblo me llama Evita". (...) "Solamente aprendieron a llamarme así los descamisados". (...) "Los hombres de gobierno, los dirigentes políticos, los embajadores, los hombres de empresa, profesionales e intelectuales que me visitan suelen llamarme `Señora`; y algunos incluso me dicen públicamente `Excelentísima` o `Dignísima Señora` y, aun a veces, `Señora Presidenta`". (...) "Ellos no ven en mí más que a Eva Perón". (...) "Los descamisados, en cambio, no me conocen sino como Evita".


Fuentes:

Rebanadas de realidad
www.rebanadasderealidad.com.ar-