lunes, 23 de noviembre de 2015

Algunas observaciones post-ballotage

Buenas (o no tanto).
En principio, quiero mandarles saludos a tod@s los amig@s y compañer@s. Hace mil años que no escribo en este blog, escribi unas poquitas notas en el blog que había abierto para mantener el ejercicio pero entre que no tengo tiempo y el blog nuevo no aparece publicado en muchos lugares, la verdad que se me hacía un tanto infructuoso escribir.

Creo que todos nos veíamos venir esto, lamentablemente. Tengo algunas reflexiones respecto a lo sucedido que quiero compartir con ustedes, a pesar de la hora y de que, obviamente, no estamos del mejor humor.
Como generalmente hago, voy a ir enumerando las ideas que me surgen. Ahi va:

1- El candidato y la salida del gobierno: Los resultados son contundentes en dos sentidos. En el primero, y mas obvio, ganó Mauricio Macri y es presidente electo. Pero en otro sentido, que Macri ganó por un margen mucho mas estrecho del que se imaginaba o se trataba de instalar (mas allá de que, en realidad, era esperable una diferencia del orden de los 3 o 4 puntos).
¿A que voy con ésto? Que si bien las elecciones se ganan por un punto, queda claro que Macri no ganó holgadamente y deberá conformar a la mayor parte de la sociedad argentina, y no solo con promesas. Arranca, desde el vamos, con casi la mitad de los argentinos votando por otra opción. ¿Por espanto o por buena imagen del gobierno? Vaya uno a saber, seguramente parte y parte, ¿cuánto de cada una?, quizá se responda con el 37%-38% de la primera vuelta.
Pero, a fin de cuentas, lejos está Macri de tener un cheque en blanco y también lejos está el gobierno de salir tan golpeado. Después de 12 años en el poder y de, fácil, más de 2.500 tapas de Clarín en contra (no llegamos a las 11.357 de Mendieta pero tampoco estamos tan lejos), el resultado no es tan malo.
También queda demostrado que Scioli sí era realmente un buen candidato, a pesar de que muchos lo sigan negando.  No sólo porque nunca traicionó al gobierno, sino porque tuvo la capacidad de aunar a casi la mitad de los argentinos (con lo dificil que eso era), algunos de izquierda, otros liberales, algunos peronistas, otros radicales, etc., etc., contra el candidato del PRO. No alcanzó, pero el resultado no fue malo y, de hecho, mejoró los obtenidos, en muchos casos, en primera vuelta. Quizá son paradigmáticos los de las localidades del conurbano bonaerense, donde, por ejemplo, se perdieron intendencias y la gobernación (Quilmes, Lanús) pero Scioli ganó el ballotage.

2- ¿Que será del FPV como oposición? ¿Existirá el FPV como oposición? ¿Que pasará con el peronismo? Todo dificil de saber, falta mucho y va a pasar de todo. Pero algo queda claro (y acá sí coincido con Mendieta): la clave es la organización.
Agrego algo a la organización: evitar las fugas y el fuego amigo. Si esas dos cosas se evitan y se suma la organización, el peronismo tiene posibilidades de ser una oposición importante con serias chances de volver a gobernar el país pronto. Ojalá Macri haga la presidencia perfecta y nada de eso sea necesario, pero la experiencia nos dice que el peronismo suele ser el que barre la mugre que otros dejan (a pesar de que siempre se lleva la acusación de ser el que se afanó el celular mientras barría).
Será interesante ver que pasa con las figuras importantes del FPV, que posiciones asumen, especialmente Cristina y Scioli. También habrá que ver que sucede con los gobernadores y demás hombres que han sido importantes en este proceso político. Si dejan los pies en el plato o si los sacan, si se forma un nuevo-viejo peronismo detrás de los duhaldes y los massas, o se conforma un nuevo peronismo de verdad detrás de nuevas figuras emergentes del cambio generacional que implicó el FPV durante estos años. Apuesto por lo último. También cabe la posibilidad de un peronismo que continúe dividido, lo cual sería trágico (e ideal para el PRO).

3- Massa es el padre de la derrota del peronismo, especialmente en la PBA. Hoy muchos proyectan a Massa como el ganador peronista de las elecciones en primera vuelta y en ballotage. La verdad es que, con el tiempo, Massa se va a terminar extinguiendo, es de manual. El tigrense no puede liderar al peronismo que él mismo vino a dividir en PBA: por su culpa se perdió la gobernación luego de mas de veinte años, se perdieron intendencias históricas desde el regreso de la democracia. Massa dividió al peronismo bonaerense y nacional, y ni siquiera tiene ADN peronista, es apenas un ex-UCD con aspiraciones a hacerse del peronismo por mera utilidad electoral. El propio Duhalde (que se esperaba, le asistiera en sus ansias de controlar al peronismo nacional) lo cruzó y desautorizó en las últimas horas y poco después de las elecciones de octubre. Los intendentes y los gobernadores saben que es el momento de alguno de ellos. Si Scioli y Cristina son parte del pasado, mucho mas lo es Sergio Massa, que además adopta el discurso de Macri, y ¿quién quiere a un Macri de opositor si ya tenemos a un Macri de presidente?
También se perdió por los cuadros propios, algunos a quienes muchos de nosotros aún admiramos por su enorme capacidad (como Aníbal Fernandez), pero que han sido terriblemente demonizados y resultaron candidatos que terminaron jugando en contra tanto en octubre como en estas últimas elecciones. Quiero decir, no sólo es por la acción personalista de Massa (y de los peronistas que le hicieron el juego, como Solá o por entonces Giustozzi, Mónica López y tantos otros), también hay pifiadas propias en las que no quiero ahondar porque son para analizar puertas adentro.
Con todo esto, no queda otra que la renovación de la dirigencia. Deberán emerger nuevos liderazgos en el peronismo (¿y el kirchnerismo?). Habrá que ver como todo esto se resuelve en los próximos años.

4- Autoflagelarse es una gilada, y contarle los propios errores al adversario es aún menos inteligente. Hay que analizar los errores (que seguro los hubo) y comprender que hay cambios que son inevitables, aún cuando uno no los entienda del todo y mucho menos los desee.
Usemos la derrota y la amargura de hoy para aprender y mejorar.

5- Lo mas importante: ganó la democracia. Si los tipos que le gritan "yegua montonera" a Cristina y pintan que "se acaba el curro de los DDHH" van a llegar por las urnas al poder, estamos bien. Porque las nuevas generaciones van a ser hijas de la democracia. A medida que pasen los años lo natural va a ser ir a las urnas, y con una democracia mas madura los enfrentamientos van a ser solamente de ideas.

Un gran abrazo a tod@s.

Martín.