El siguiente téxto no es mío, y tampoco sé si efectivamente es una anécdota o un relato. De todos modos, es muy valioso y si bien no soy muy partidario de copiar/pegar, voy a hacer una excepción. El original lo leí en Argenpress.info, gracias al profesor D. Charienza que me comentó de la nota. Vale la pena leerlo.
Ah, de paso se lo dedico a Hillary Clinton.
Una cadena de tópicos, de expresiones de manual anticomunista básico y de falta de respeto, se dio hace unos días en un vuelo que salió de La Habana con destino Madrid. Todo comenzó en la fila de facturación de equipajes del aeropuerto José Martí, donde se escuchó, con acento castellano y casi en un grito, la frase, "vámonos ya de este país de mierda". La provocación había comenzado.
"Dentro del avión, la mayoría, compuesta por turistas con sombrero de paja y subidos de tono por el ron habanero, dio la razón al dueño del exabrupto anticomunista, y así se fueron sucediendo frases, desde varios asientos, como que Cuba estaba hecha un gran basural, que no había donde comprar nada (se ve que buscaron algo así como El Corte Inglés y no lo encontraron) , que las casas se están cayendo, que los coches son una mierda, que las carreteras son infumables, que hables con quien hables todos se quieren ir del país, que intentan sacarte dinero con todas las estratagemas posibles, que no tienen libertad, que no hay partidos políticos ni democracia, que los jóvenes sueñan con comprar cosas que no tienen, que faltan algunos alimentos, que las mujeres quieren casarse con un extranjero para que las saque del país, que los que viven algo mejor son los que tienen familiares en EE.UU. o Europa y mandan dinero, que hay una casta de funcionarios comunistas que controlan todo y se llevan los privilegios, que abundan las jinetereas, que la gente no trabaja porque ganan la ridícula cantidad de 20 euros al mes... Al festín se fueron sumando incluso algunos cubanos que residían en Europa, y que aportaron detalles y anécdotas que aspiraban a ser divertidas. Y así, durante un buen rato. Pocas voces dieron la réplica de un modo convincente y la victoria parecía contundente, pero… de la fila 16, ya con el avión abandonando La Habana, se levantó un hombre de unos sesenta años y dijo con voz serena y contundente:
"Buenas noches. He escuchado con atención lo que algunos de ustedes han dicho de lo que, al parecer, acaban de ver en Cuba, y sólo pido diez minutos a la tripulación del vuelo para responder. No se si esa mirada que dicen es producto de lo que traen aprendido desde España o realmente de lo que vieron, de cualquier modo, quiero añadir algunas cosas que, quizás por la premura de tiempo en sus vacaciones caribeñas, no pudieron ver y que pocos le pueden contar.
Les digo que viajo con mi hija, aquí a mi lado que padece de cáncer, en Madrid me dijeron que no estaría demás que en Cuba nos dieran una segunda opinión sobre su enfermedad, porque la medicina es de una gran calidad, tanto, que en vez de exportar armas como hacen algunas potencias capitalistas, incluso España le vende armas a Israel, ¿lo sabían?, Cuba prepara a miles de médicos de familias pobres de todas partes del mundo, incluso de EE.UU. y España, ¿quién lo diría, verdad?, y luego se dedican a curar enfermos en lugares inhóspitos de América latina, África y Asia. Es una pena que no hayan podido ver con el cariño y la entrega con que trabajan en los hospitales. Dudo también que conozcan la "Operación Milagro", por la cual, miles, cientos de miles de personas pobres de América latina recuperan la vista de un modo gratuito, ni el programa "Yo sí puedo" por el que cientos de miles de personas han salido del analfabetismo, incluso en España, quién lo diría verdad.
He escuchado con atención a todos ustedes y en más de media hora no han citado la palabra bloqueo, que sino saben les digo, que es un embargo que padece Cuba por parte de EE.UU y que condiciona, y de qué manera, las relaciones con el resto de los países del mundo, bloqueo (quédense con la palabra, por favor, no la olviden) que ha sido condenado en la ONU en decenas de ocasiones. Me pregunto cuánto tiempo hubiera soportado el país al que nos dirigimos una situación similar, un día, una semana, desde luego no cincuenta años, para eso hace falta estar dotado de otro tipo de valores. Valores que no tienen que ver con el consumo de productos que niños tailandeses o laosianos hacen por un céntimo, para que nosotros, ciudadanos del primer mundo, podamos sentirnos felices de poder comprarlos por precios asequibles.
Porque a los que aquí hablaron se les olvidó un detalle, para mantener el consumo que hay en Europa o EE.UU. es necesario extorsionar y explotar al tercer mundo, sino las cuentas no salen, no olviden este detalle, por favor. Es cierto, los cubanos ganan poco, pero no lo es menos que tienen casi todo gratis, incluso la comida es, para ellos, barata, la salud y la educación gratuita, por la luz y el agua pagan céntimos, cuando pagan algo, y por si fuera poco, le dan un trabajo y una casa para vivir, que no serán palacios imperiales pero no me negarán que el yugo de la hipoteca o el alquiler condiciona la vida entera de buena parte de ustedes y angustia a muchos de sus hijos.
Dicen que en Cuba hay jineteras y eso es una tragedia, su aparición, desde hace unos años, es un fracaso de esta sociedad que pelea por ser diferente, así lo reconocen ellos mismos, pero, no se ofendan, pero ¿por qué no combaten con el mismo entusiasmo la prostitución en España, ¿saben ustedes que ostentamos el récord de prostitución en toda Europa? y sobre todo, cuántos de ustedes ha venido sólo y exclusivamente a aprovecharse de esta dura realidad que padece Cuba y que ahora critican. Algunos de ustedes dicen que encontraron cubanos cuyo único deseo es emigrar, eso sí, siempre a EE.UU. o a Europa, no hay un solo cubano que desee irse a Honduras, a Haití, a Guatemala, a Nicaragua a comenzar una nueva vida como obrero… es decir, no cambian su realidad por ningún país latinoamericano, sus referentes son Europa y EE.UU., sólo esos países, que por cierto, son muy pocos en el contexto mundial, viven mejor que Cuba, ese quizás sea uno de los mayores logros de la revolución, aunque ustedes no lo entiendan nunca.
No los voy a aburrir más diciendo que Cuba es un país económicamente pobre, apenas tiene azúcar, níquel y turismo pero le exigimos como si fuera un país rico y poderoso, como si estuviera ubicado entre Noruega y Dinamarca. Ni siquiera si aprovecharon la posibilidad de comprar libros actuales por céntimos de euro. Sobre la democracia y la libertad, y todas esas palabras prostituidas por el capitalismo, no voy a dar mi opinión porque no quiero que me detengan al llegar a Madrid, en este momento de mi vida que le hago tanta falta a mi hija.
Tampoco pretendo que pierdan más el tiempo con mis palabras, sólo recordarles las virtudes de un pueblo mil veces heroico, que ha parido deportistas, científicos y artistas de primer nivel, y que en este momento ejemplifican cinco revolucionarios detenidos arbitrariamente en EE.UU. no se si conocen el caso. No se tampoco que valoración de todo esto harán si la crisis del capitalismo se acentúa y comienzan a tener serias dificultades en su vida personal. Simplemente me quedo con lo que dicen en Cuba los niños en el colegio, "seremos como el Che", es un deseo, una utopía, un sueño, pero un argumento para caminar buscando una sociedad mejor. En otros sitios se dijo en su día "seremos como Franco" y aquí, en este avión, está el resultado.
Se hizo silencio, desde la cabina se apagaron las luces".
Fuentes:Ah, de paso se lo dedico a Hillary Clinton.
Una cadena de tópicos, de expresiones de manual anticomunista básico y de falta de respeto, se dio hace unos días en un vuelo que salió de La Habana con destino Madrid. Todo comenzó en la fila de facturación de equipajes del aeropuerto José Martí, donde se escuchó, con acento castellano y casi en un grito, la frase, "vámonos ya de este país de mierda". La provocación había comenzado.
"Dentro del avión, la mayoría, compuesta por turistas con sombrero de paja y subidos de tono por el ron habanero, dio la razón al dueño del exabrupto anticomunista, y así se fueron sucediendo frases, desde varios asientos, como que Cuba estaba hecha un gran basural, que no había donde comprar nada (se ve que buscaron algo así como El Corte Inglés y no lo encontraron) , que las casas se están cayendo, que los coches son una mierda, que las carreteras son infumables, que hables con quien hables todos se quieren ir del país, que intentan sacarte dinero con todas las estratagemas posibles, que no tienen libertad, que no hay partidos políticos ni democracia, que los jóvenes sueñan con comprar cosas que no tienen, que faltan algunos alimentos, que las mujeres quieren casarse con un extranjero para que las saque del país, que los que viven algo mejor son los que tienen familiares en EE.UU. o Europa y mandan dinero, que hay una casta de funcionarios comunistas que controlan todo y se llevan los privilegios, que abundan las jinetereas, que la gente no trabaja porque ganan la ridícula cantidad de 20 euros al mes... Al festín se fueron sumando incluso algunos cubanos que residían en Europa, y que aportaron detalles y anécdotas que aspiraban a ser divertidas. Y así, durante un buen rato. Pocas voces dieron la réplica de un modo convincente y la victoria parecía contundente, pero… de la fila 16, ya con el avión abandonando La Habana, se levantó un hombre de unos sesenta años y dijo con voz serena y contundente:
"Buenas noches. He escuchado con atención lo que algunos de ustedes han dicho de lo que, al parecer, acaban de ver en Cuba, y sólo pido diez minutos a la tripulación del vuelo para responder. No se si esa mirada que dicen es producto de lo que traen aprendido desde España o realmente de lo que vieron, de cualquier modo, quiero añadir algunas cosas que, quizás por la premura de tiempo en sus vacaciones caribeñas, no pudieron ver y que pocos le pueden contar.
Les digo que viajo con mi hija, aquí a mi lado que padece de cáncer, en Madrid me dijeron que no estaría demás que en Cuba nos dieran una segunda opinión sobre su enfermedad, porque la medicina es de una gran calidad, tanto, que en vez de exportar armas como hacen algunas potencias capitalistas, incluso España le vende armas a Israel, ¿lo sabían?, Cuba prepara a miles de médicos de familias pobres de todas partes del mundo, incluso de EE.UU. y España, ¿quién lo diría, verdad?, y luego se dedican a curar enfermos en lugares inhóspitos de América latina, África y Asia. Es una pena que no hayan podido ver con el cariño y la entrega con que trabajan en los hospitales. Dudo también que conozcan la "Operación Milagro", por la cual, miles, cientos de miles de personas pobres de América latina recuperan la vista de un modo gratuito, ni el programa "Yo sí puedo" por el que cientos de miles de personas han salido del analfabetismo, incluso en España, quién lo diría verdad.
He escuchado con atención a todos ustedes y en más de media hora no han citado la palabra bloqueo, que sino saben les digo, que es un embargo que padece Cuba por parte de EE.UU y que condiciona, y de qué manera, las relaciones con el resto de los países del mundo, bloqueo (quédense con la palabra, por favor, no la olviden) que ha sido condenado en la ONU en decenas de ocasiones. Me pregunto cuánto tiempo hubiera soportado el país al que nos dirigimos una situación similar, un día, una semana, desde luego no cincuenta años, para eso hace falta estar dotado de otro tipo de valores. Valores que no tienen que ver con el consumo de productos que niños tailandeses o laosianos hacen por un céntimo, para que nosotros, ciudadanos del primer mundo, podamos sentirnos felices de poder comprarlos por precios asequibles.
Porque a los que aquí hablaron se les olvidó un detalle, para mantener el consumo que hay en Europa o EE.UU. es necesario extorsionar y explotar al tercer mundo, sino las cuentas no salen, no olviden este detalle, por favor. Es cierto, los cubanos ganan poco, pero no lo es menos que tienen casi todo gratis, incluso la comida es, para ellos, barata, la salud y la educación gratuita, por la luz y el agua pagan céntimos, cuando pagan algo, y por si fuera poco, le dan un trabajo y una casa para vivir, que no serán palacios imperiales pero no me negarán que el yugo de la hipoteca o el alquiler condiciona la vida entera de buena parte de ustedes y angustia a muchos de sus hijos.
Dicen que en Cuba hay jineteras y eso es una tragedia, su aparición, desde hace unos años, es un fracaso de esta sociedad que pelea por ser diferente, así lo reconocen ellos mismos, pero, no se ofendan, pero ¿por qué no combaten con el mismo entusiasmo la prostitución en España, ¿saben ustedes que ostentamos el récord de prostitución en toda Europa? y sobre todo, cuántos de ustedes ha venido sólo y exclusivamente a aprovecharse de esta dura realidad que padece Cuba y que ahora critican. Algunos de ustedes dicen que encontraron cubanos cuyo único deseo es emigrar, eso sí, siempre a EE.UU. o a Europa, no hay un solo cubano que desee irse a Honduras, a Haití, a Guatemala, a Nicaragua a comenzar una nueva vida como obrero… es decir, no cambian su realidad por ningún país latinoamericano, sus referentes son Europa y EE.UU., sólo esos países, que por cierto, son muy pocos en el contexto mundial, viven mejor que Cuba, ese quizás sea uno de los mayores logros de la revolución, aunque ustedes no lo entiendan nunca.
No los voy a aburrir más diciendo que Cuba es un país económicamente pobre, apenas tiene azúcar, níquel y turismo pero le exigimos como si fuera un país rico y poderoso, como si estuviera ubicado entre Noruega y Dinamarca. Ni siquiera si aprovecharon la posibilidad de comprar libros actuales por céntimos de euro. Sobre la democracia y la libertad, y todas esas palabras prostituidas por el capitalismo, no voy a dar mi opinión porque no quiero que me detengan al llegar a Madrid, en este momento de mi vida que le hago tanta falta a mi hija.
Tampoco pretendo que pierdan más el tiempo con mis palabras, sólo recordarles las virtudes de un pueblo mil veces heroico, que ha parido deportistas, científicos y artistas de primer nivel, y que en este momento ejemplifican cinco revolucionarios detenidos arbitrariamente en EE.UU. no se si conocen el caso. No se tampoco que valoración de todo esto harán si la crisis del capitalismo se acentúa y comienzan a tener serias dificultades en su vida personal. Simplemente me quedo con lo que dicen en Cuba los niños en el colegio, "seremos como el Che", es un deseo, una utopía, un sueño, pero un argumento para caminar buscando una sociedad mejor. En otros sitios se dijo en su día "seremos como Franco" y aquí, en este avión, está el resultado.
Se hizo silencio, desde la cabina se apagaron las luces".
Argenpress.info
http://www.argenpress.info/2009/02/un-vuelo-desde-cuba-con-polemica.html
Imagen: Wikimedia Commons
http://commons.wikimedia.org/wiki/File:La_habana_cuba1.jpg
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El copiar/pegar no tiene nada de malo.
ResponderEliminarEs un homenaje a quien lo escribió, por parte de quien lo difunde.
Mi postura es la expresada en la columna derecha del blog Uso de material.
El hábito del copyright -y la tolerancia por nuestra parte-, es una forma de permitir (en un futuro no muy lejano), que cualquier texto esté registrado a nombre de Fulano, Mengano o Perengano.
Ver casos en HOY ME BORRARON UN VIDEO... o Propiedad Privada e Interés Social por ejemplo.
Con la elaboración original se obtiene la PRIMICIA, lo que es suficiente pago.
En el hipotético caso que registráramos a nuestro nombre, TODAS las palabras del diccionario, ¿cuanto habría que pagar para escribir una carta?
Y digo "hipotético" porque a un particular no se lo permitirían, pero ¿a una corporación?
¿No hay varios casos de censura, por parte de Clarín, mencionados en varios blogs? ¡Ya lo verán más intensamente en el futuro si seguimos acatando lo que no hay ley que prohiba! Todo lo que no está PROHIBIDO por la Constitución Nacional y las leyes... ¡está permitido!Los incendios comienzan con una chispa.
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Si el texto es imaginación del autor, ¿le quita mérito?
Estimo que no.
Está muy bueno.
Coincido con L. Quijote.
ResponderEliminarMe parece bien que lo hayas publicado Martín, no se si hacía falta aclarar que no sos partidario del cortar-pegar, eso ya está a la vista. Los que leemos tu blog lo notamos hace rato. De todas formas, me parece estupendo que haya excepciones, más si son como estas.
Me gustó el relato, sin importar si fue realmente así o no. Lo único que no me pareció fue el final.. yo hubiera dicho, en vez de que las luces se apagaron, que luego de esas palabras y nombrar a tales personas, a tal país, las luces deberían haberse ENCENDIDO o incrementar su intensidad, el tipo se sienta con su hija y deja el lugar hasta hace un momento oscuro, bien iluminado..
Saludoss
Gracias Luis. Sí, en general coincido, digo, no creo demasiado en las propiedades y menos de algo tan etéreo como un relato. Pero he visto relatos de algunas personas a nombre de otras (caso, por ejemplo, de un texto que escribió Eduardo Real del blog "Apuntes desde la centroizquierda" a nombre de otras personas). Eso tampoco está bien. Por las dudas, siempre cito las fuentes, me parece que no cuesta nada y evita conflictos.
ResponderEliminarPalaciodelarisa (siempre me olvido tu nombre, ¡disculpá! es que me quedan mas los nicks): Ciertamente el texto es muy lindo, sea o no una historia real. Quizá por eso no cambiaron el final. No lo sé, pero realmente es muy bueno y explica en forma clara muchas cosas y pone a la luz tantas otras, como la brutalidad en ciertas actitudes y palabras que dice la gente a veces.
¡Gracias por pasar y comentar!