(Mientras sintonizo la radio, me paro en la ventana para mirar las luces de los autos y los faroles. Entonces, bajo el volumen de la radio hasta apagarla y, mirando aquellas luces brillar en la profunda oscuridad de la noche, empiezo a soñar despierto.)
Si yo fuera presidente, no habría hambre, ni pobreza, ni inflación, ni desempleo, ni inseguridad.
Argentina debería pedir por favor que dejen de venir inversiones, porque no habría espacio para todos, ni trabajadores suficientes para cubrir los empleos.
Si yo fuera presidente, nadie pediría un sueldo mínimo, porque el sueldo del argentino mas bajo sería el mas alto del mundo.
Si fuera presidente, los argentinos podríamos acordar en tres o cuatro puntos, y con eso sacaríamos el país adelante y para siempre. Nadie discutiría nunca mas sobre política, porque no sería necesario. Nadie hablaría mas de "consenso" o "diálogo", porque todos serían demasiado felices para bajar de palabras como "risa" o "alegría".
Si yo fuera presidente, tendríamos la industria brasileña, la seguridad de Chile y la paz social de Uruguay. El poderío económico de Estados Unidos y la madurez política de España o Canadá.
Si yo fuera presidente, estaríamos orgullosos de seguir siendo el granero del mundo, de producir tanto maíz, tanto girasol, tanta carne y hasta tanta soja como quisiéramos, teniendo además la mayor industria del planeta. Y protegeríamos el medio ambiente al extremo, ninguna industria o empresa afectaría el medioambiente en lo mas mínimo, ni desplazaría a los pueblos originarios de sus tierras, ni se desmontarían hectáreas de bosques.
Si yo fuera presidente, los medios serían libres (sí, libres de verdad: nadie con poder tendría que financiarlos para que existan) y cada ciudadano podría decir todo lo que quiere. Y todos tendrían la libertad de escucharlo porque a nadie le faltarían las posibilidades de comprar un diario o de tener internet en casa. Todos podrían publicar en su propia prensa, y ser leídos por los demás, habría pluralidad de voces y nadie procuraría amordazar ni controlar.
En ese mundo en que soy presidente, no sólo no hay IVA, sinó que se devuelve parte de los impuestos al que compra bienes de primera necesidad. No existen los planes sociales, ni la ayuda social, porque si yo fuese presidente los grandes empresarios, industriales y productores agropecuarios serían los encargados de ayudar a los que lo necesitan circunstancialmente, aunque eso solo pasaria si pierdo la vista por un momento, y por un momento me equivoco.
Si yo fuera presidente, la educación sería la mejor del mundo, con las mejores herramientas del mundo. Todos asistirían a la escuela fundamentalmente porque todos desearían hacerlo, nadie los obligaría a nada (en mi mundo, no hay obligaciones). Muchos copiarían nuestro modelo educativo. Los docentes jamás pedirían un aumento, porque no sería necesario.
Si yo fuera presidente, los hospitales serían tan lujosos que habría que pedirle a los pacientes que hagan un lugar para que entren otros. Dentro de los hospitales habría fuentes multicolor y golosinas infinitas para ayudar a quienes se sienten mal o tristes, a sentirse un poquito mejor y hacer mas amena la espera. Si es que hay espera, porque los médicos serían muchos (y muy bien pagos).
Pero no soy presidente.
(Las luces se agudizan, lo que era nebuloso deja de serlo. La gente camina afuera, en la lluvia, ya no estoy allá, en aquel mundo de fantasía. El mundo es real, complejo, mucho mas complejo. Hace frío de nuevo, las paredes son mas frías, las luces son mas tenues. Los murmullos me hacen recordar: quería escuchar mi programa de radio. Enciendo la radio nuevamente; ruido. Recuerdo algo...).
Hace unos días lo veía a Fernando Iglesias hablar en el Congreso. Y pensaba que en el fondo todos queremos mas o menos lo mismo, y entre el "todos" estamos Iglesias y yo*. Sólo nos diferenciamos en algo: yo sé que jamás voy a ser presidente, especialmente si alucino de esa forma. El, aún no se dió cuenta.
*Aclaración: es a los fines del texto. Creo que tenemos tantas diferencias con Iglesias que sería imposible enumerarlas.
Fuentes:
Imágen.
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Si yo fuera presidente, no habría hambre, ni pobreza, ni inflación, ni desempleo, ni inseguridad.
Argentina debería pedir por favor que dejen de venir inversiones, porque no habría espacio para todos, ni trabajadores suficientes para cubrir los empleos.
Si yo fuera presidente, nadie pediría un sueldo mínimo, porque el sueldo del argentino mas bajo sería el mas alto del mundo.
Si fuera presidente, los argentinos podríamos acordar en tres o cuatro puntos, y con eso sacaríamos el país adelante y para siempre. Nadie discutiría nunca mas sobre política, porque no sería necesario. Nadie hablaría mas de "consenso" o "diálogo", porque todos serían demasiado felices para bajar de palabras como "risa" o "alegría".
Si yo fuera presidente, tendríamos la industria brasileña, la seguridad de Chile y la paz social de Uruguay. El poderío económico de Estados Unidos y la madurez política de España o Canadá.
Si yo fuera presidente, estaríamos orgullosos de seguir siendo el granero del mundo, de producir tanto maíz, tanto girasol, tanta carne y hasta tanta soja como quisiéramos, teniendo además la mayor industria del planeta. Y protegeríamos el medio ambiente al extremo, ninguna industria o empresa afectaría el medioambiente en lo mas mínimo, ni desplazaría a los pueblos originarios de sus tierras, ni se desmontarían hectáreas de bosques.
Si yo fuera presidente, los medios serían libres (sí, libres de verdad: nadie con poder tendría que financiarlos para que existan) y cada ciudadano podría decir todo lo que quiere. Y todos tendrían la libertad de escucharlo porque a nadie le faltarían las posibilidades de comprar un diario o de tener internet en casa. Todos podrían publicar en su propia prensa, y ser leídos por los demás, habría pluralidad de voces y nadie procuraría amordazar ni controlar.
En ese mundo en que soy presidente, no sólo no hay IVA, sinó que se devuelve parte de los impuestos al que compra bienes de primera necesidad. No existen los planes sociales, ni la ayuda social, porque si yo fuese presidente los grandes empresarios, industriales y productores agropecuarios serían los encargados de ayudar a los que lo necesitan circunstancialmente, aunque eso solo pasaria si pierdo la vista por un momento, y por un momento me equivoco.
Si yo fuera presidente, la educación sería la mejor del mundo, con las mejores herramientas del mundo. Todos asistirían a la escuela fundamentalmente porque todos desearían hacerlo, nadie los obligaría a nada (en mi mundo, no hay obligaciones). Muchos copiarían nuestro modelo educativo. Los docentes jamás pedirían un aumento, porque no sería necesario.
Si yo fuera presidente, los hospitales serían tan lujosos que habría que pedirle a los pacientes que hagan un lugar para que entren otros. Dentro de los hospitales habría fuentes multicolor y golosinas infinitas para ayudar a quienes se sienten mal o tristes, a sentirse un poquito mejor y hacer mas amena la espera. Si es que hay espera, porque los médicos serían muchos (y muy bien pagos).
Pero no soy presidente.
(Las luces se agudizan, lo que era nebuloso deja de serlo. La gente camina afuera, en la lluvia, ya no estoy allá, en aquel mundo de fantasía. El mundo es real, complejo, mucho mas complejo. Hace frío de nuevo, las paredes son mas frías, las luces son mas tenues. Los murmullos me hacen recordar: quería escuchar mi programa de radio. Enciendo la radio nuevamente; ruido. Recuerdo algo...).
Hace unos días lo veía a Fernando Iglesias hablar en el Congreso. Y pensaba que en el fondo todos queremos mas o menos lo mismo, y entre el "todos" estamos Iglesias y yo*. Sólo nos diferenciamos en algo: yo sé que jamás voy a ser presidente, especialmente si alucino de esa forma. El, aún no se dió cuenta.
*Aclaración: es a los fines del texto. Creo que tenemos tantas diferencias con Iglesias que sería imposible enumerarlas.
Fuentes:
Imágen.
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Impecable, Maestro.
ResponderEliminarGracias amigo, ¡exagera y lo sabe!
ResponderEliminarAbrazo.
(Che, ¡mandate un posteo nuevo en S.A.! te quedaste con Teneustadt :P)
y sip... la dificultad no está en "consensuar" los objetivos sino los medios para llegar.
ResponderEliminarsaludos
nene: que genialidad!!!!!
ResponderEliminarabz.
Muy bueno amigo!
ResponderEliminarHay muchos más nuncas en el camino a recorrer por el indeseable Iglesias pero yo creo que en el fondo él lo sabe.
Ja! Buenísimas reflexiones.
ResponderEliminarLa realidad, lamentablemente, supera cualquier delirio que podamos imitar. ¿Cómo son capaces de promover planes supuestamente progres que llevarían millones de dólares y a la vez defender la baja de retenciones y de impuestos?
Hekka: Veo el video.
ResponderEliminarNix: Claro que sí, creer que la política es tomar un poquito de cada país (y desconocer la historia completa o el contexto sociocultural de ese país, o las diferencias respecto a recursos naturales, apoyo externo, etc, etc) y armar un rompecabezas de todo lo que me gustaría que fuese el lugar dónde vivo es no saber nada de política, y te lo dice alguien que no sabe nada. Iglesias es el manual del medio pelo. Ojo, no es el único. Lo tenés a Cleto, por ejemplo, que tira un mensaje parecido.
Patricio: Usté se zarpa... ja, gracias.
Mujerdeolé: Yo no sé que tanto sabe, en realidad hay una banda de gente que alucina y no sabe bien dónde están sus límites. No sólo dentro de los que tiene trascendencia en los medios, también en la calle. Muchas personas critican a los demás por lo que hacen mal y ellos no serían capaces de hacerlo. Casualmente, vos que escribís sobre deportes, habrás notado cuántos dicen ahora que tal o cual es un muerto, que hay que poner o traer a otro jugador u otro técnico para la selección, o para Boca, o para River o lo que sea. Hablan sobre algo que jamás hicieron, lo mejor que le podría pasar a cada argentino que putea a lo "6 a uno con Bolivia" es sufrir en carne propia un día ser un diputado, un senador, un presidente, un DT, un jugador de primera, etc, etc.
Martín: Esa es otra. ¿Que coherencia hay entre el progresismo que enarbola Iglesias y favorecer a los sectores concentrados de la economía, como los grandes pooles sojeros, o mismo el grupo Clarín? Es difícil de entender. O fácil: lo del progresismo es una fachada, porque queda bien. No me extraña que a Iglesias le guste el "progresismo" chileno, una democracia post Pinochet mimada por EEUU que discrimina a los pueblos originarios, por ejemplo.
Saludos a todos.
Me tenes repodrido con iglesias ,sos loco o masoca?
ResponderEliminarTe digo mas ,voy a hablar con sabrina
porque me parece que un tratamiento intrusivo corresponde.
anda poniendote el chaleco.
¡Ja!
ResponderEliminarTenés razón, voy a tener que hacer un tratamiento para quitarme el trauma de Iglesias. Lo que pasa es que cuándo lo veo en la TV me da pavor quedarme sin maquinita de afeitar... :P
Salutes.
Jajaja! Que bueno! Confieso, empece a leer y no entendia nada. Pensaba, el pibe se volvio pirucho, que esta diciendo?, este no es Martin... Cuando termino de leer y veo la foto de Fernando "HellBoy" Iglesias, comprendi todo junto.
ResponderEliminarPor otro lado lei "sabrina, tratamiento, chaleco" y me asuste... :D
Con respecto a lo que dice Guille, pensaba hacer una joda sobre tu posible fijacion pero me di cuenta que todas las etapas que el Psicoanalisis nombra suenan tan groseras! Jajaja.
Jajaja, no le hagas caso a Guille, el se hace el peronista pero trabaja para Iglesias y para Natanael :P
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