viernes, 1 de julio de 2011

Una pastilla roja a la derecha

A pesar de la mano que siempre procuramos darles los compañeros oficialistas a los correligionarios, camaradas y opositores en general, parece que siguen sin entender demasiado como viene la mano.


Alfonsín apela a un recurso común pero bastante pobretón: decir que las tendencias que se dan en las encuestas son porque el gobierno las paga, y por supuesto apunta tambien a la chicana ya gastada del INDEC. El problema es que eso no suma nada, todo lo contrario, genera expectativas donde no hay nada, es como decir que es hora de echarse un clavado cuando no hay agua en la pileta.


Las encuestas siempre marcan una tendencia, y rara vez se alejan demasiado del resultado final de una elección. Es cierto, es temprano, todavía la campaña ni empezó y es muy probable que a medida que pasen los días el escenario electoral empiece a polarizarse mas y mas, fundamentalmente a partir de la instalación mediatica del "candidato opositor". Esto siempre pasa, sin ir mas lejos y para tomar a uno de los nuestros, fue así con Néstor, quién fue elegido como el hombre que podía derrotar a Menem. Sin embargo, el drama de la oposición reside en su heterogeneidad, su purismo y su fuerte componente antipolítica. La porción sustanciosa del electorado opositor es fuertemente antipolítica, y en los casos en los que no es así es notablemente purista o sectaria: radicales que nunca votarían al peronismo, "independientes" que tampoco votarían nunca al peronismo y buscan figuras lo mas apartidarias posible -Macri, por ejemplo-, el arco de derecha (peronista o no) a ultraderecha, el arco centroizquierda (fundamentalmente no peronista) a trotskista, y asi. Es decir, es una oposición importante en número, pero impotente en capacidad de daño. Me atrevo a decir que si no fuese por los medios de comunicación y el rol que siempre juegan para instalar candidatos, las elecciones de octubre serían realmente humillantes para la oposición, porque el gobierno claramente tiene un nivel alto de adhesión (mas del 30% caminando) sin hacer nada de campaña, aun si tuviera razón Alfonsín. ¿Y esto por que sucede? ¿Por que el gobierno dice, dice y dice y no hace nada? ¿Por el viento de cola? En fin, la oposicion sigue esgrimiendo esto y sigue como turco en la neblina. Es como lo que sucede con Elisa Carrió: ella se inventa la película con Cristina, habla como si se la pasara confrontando con la presidenta en Intrusos en el espectáculo, pero la realidad es que Cristina jamás le dirigió la palabra. La presidenta esta todo el tiempo haciendo política real, y lo que percibe el electorado es que, al menos, este gobierno hace cosas y tiene intenciones de hacer cosas, y es franco en sus intenciones y principios, que pueden gustar o no, pero se correlacionan bastante con los resultados. La oposición hace enorme al gobierno todo el tiempo con actitudes como la de Alfonsín: decir que las encuestas son mentira y que el gobierno te esta ganando pero por menos es como ondear una bandera blanca. La estrategia de Alfonsín es una de las mas absurdas que vi en mucho tiempo, si bien en general la oposición se ha caracterizado por el capricho y el purismo (las internas fallidas del difunto antiPeronismo Federal, el socialismo rompiendo incondicionalmente con la UCR, Pino Solanas rompiendo con el socialismo, Elisa Carrió en su mundo de fantasía, el trotskismo en su otro mundo de fantasía...). En primer lugar, es incomprensible que Alfonsín haya regalado a Binner el voto versátil: la centroderecha no hubiese tenido ningun problema de votar a Alfonsín porque piensa mas en útil que en purismos (y Alfonsín es una opción mas liberal que la oficialista), la centroizquierda no peronista hubiese visto con buenos ojos a un candidato tibio, de origen radical e hijo de un padre siempre asociado al ala radical de centroizquierda, en definitiva, Alfonsín podría haber aglomerado a la UCR con cierta disidencia radical de "centroizquierda", el socialismo moderado de Binner y el socialismo mas simbólico de Solanas. La suma le hubiese dado bien, y hubiese evitado la fragmentacion de votos. Alfonsín optó por la tarasca del colombiano inexplicablemente: toda esa plata va a tener que servirle a la alianza de centroderecha que formó para intentar recuperar los votos que ya tenía en el bolsillo. Es más, en este contexto no se entiende por que no se alió con Duhalde, dado que el voto de centroizquierda antiperonista ya practicamente lo perdió. Pero no conforme con eso, Alfonsín sale a pelearle al gobierno dándole por el lado donde menos le duele, todo lo contrario. Tal es así, que para decir lo que dijo tuvo que admitir una derrota parcial. El negocio de Alfonsin en este momento es hablar de lo que haría, darle al gobierno sutilmente, por el lado donde mas le duele (la "inseguridad" y demas yerbas). Que elija este camino indica que esta desorientado, todos los que hablan de que las encuestas son falsas terminan perdiendo por varios cuerpos (por ejemplo, el caso Carrió). Es tan alevosa la realidad, tan palpable, que el candidato de Das Neves, apoyado en su momento por el ex-PF y crítico del gobierno salió a respaldarlo. Rios y Bertone se disputan la gobernación con un resultado conocido: quien gane será (mas o menos, pero sera) aliada del gobierno nacional. Lo mismo paso en otras elecciones provinciales, en las que primero y segundo se peleaban por ver quien era mas aliado al oficialismo. ¿En serio cree Alfonsín que los candidatos a gobernador y los ya gobernadores se pasan a las filas de "los K" por casualidad? ¿Querés una encuesta creible? Ahi tenes una. Todos los gobernadores electos desde que empezó el año son aliados del gobierno, y ganaron diciendo que eran aliados del gobierno.


"Es hora de levantarse, querido" es el titulo de un gran tema de los redondos. Yo diría, ante todo, que para los opositores es hora de despertarse. Es conveniente hacerlo antes de levantarse.



Fuentes:

http://www.elargentino.com/Files/download.aspx?Id=132633.jpg&Width=456

http://www.noticiasargentinas.com/nuevosite/4100-alfonsin-asegura-que-estara-en-segunda-vuelta-contra-cristina.html