martes, 10 de junio de 2008

Una profesion sin etica profesional

Cada día me sorprendo mas de la flexibilidad y la ligereza con la que se maneja la profesion de periodista. Al menos en Argentina.

Porque mientras el resto de las profesiones de algun modo no pueden escapar a su propia naturaleza restrictiva el periodismo se mueve en un laissez faire extraordinario. Un medico no puede elegir como operar o que parte del cuerpo abrir, un ingeniero no puede elegir que formula le gusta mas para diseñar un equipo, un arquitecto no puede elegir que material le gusta para construir una columna o un reticulado de un puente.

Porque la naturaleza de estas profesiones es clara, porque la responsabilidad esta en el propio resultado, porque si un medico mata a un paciente o un arquitecto provoca la caida de un puente hecho de carton pintado no puede pasar inadvertido, porque tiene que pagar penalmente por el mal uso de aquella autoridad que se le confirio y por la cual juró lealtad a la Patria el dia de su egreso.

Y lo que es peor, a veces quienes ejercen la profesion de periodista ni siquiera son profesionales habilitados para hacerlo... ¿que dirias vos si una maestra de escuela primaria pretende operarte una hernia?

Y entonces uno escucha a Nelson Castro, otrora “señor periodista” decir que un ministro miente porque su rostro lo delata, y repetir programa tras programa que la culpa la tiene una de las partes y la otra no.

O encuentra a Joaquin Morales Solá, otro periodista de renombre, defender claramente una posicion, llamar una y otra vez a los mismos politicos y funcionarios, coquetear con ellos y sin ruborizarse pasear la propaganda de Atanor y del Gobierno de la Ciudad de Buenos Aires al
cerrar su programa.

Incluso Victor Hugo Morales, un gran periodista y una persona integra y transparente, un hombre educado hasta el extremo, perdiendo la compostura absolutamente y poniendose claramente en una vereda en forma cuasi caprichosa, mientras detras desfilan propagandas de Atanor, Monsanto o Dow Chemical.

Y entonces Eduardo Feinmann, Mariano Grondona o Samuel Gelblung terminan pareciendo periodistas neutrales. Asi como Macri termina siendo un politico neutral y educado cuando uno ve la actitud de Elisa Carrio, Ricardo Lopez Murphy o Vilma Ripoll... o Pino Solanas. Sin importar la bandera politica, todos se parecen. Y en el periodismo ya todos se parecen, todos se mezclan, y Cronica TV a veces es un medio mas confiable que Todo Noticias, o Infobae resulta un medio mas “progre” que La Nacion.

Toda esta introduccion es para hablar brevemente sobre lo que escuche el dia domingo de la boca de una periodista llamada Mercedes Marti.

Estoy seguro de que vos la conoces, es una de las periodistas del actual noticiero de canal 9.

Mercedes Marti, en el programa de Roman Iutch -que le consentia cada disparate que decia- en Radio Continental, fue reportada por el periodista deportivo y cada palabra que decia yo resultaba mas impactado.

Y no resultaba impactado porque dijera algo que no sabia, sino porque confesaba abiertamente y con soltura que hacia mal su trabajo, y hasta hacia gala de ello, y decia que el trabajo en realidad tenia que ser mal hecho por el periodista.

Vuelvo con el episodio imaginario... ¿te imaginas si un arquitecto dice “si, para mi el arquitecto tiene que elegir el material con el que hacer una viga, si se cae todo en el fondo somos humanos”? ¿no te sentirias algo ofendido si esa viga es de un puente que se cae y mata a un miembro de tu familia en un accidente?

Eso es lo que dijo Mercedes Marti. Marti, muy segura de si misma y de sus años en el periodismo, propuso que el periodista tiene el deber de darle su “toque” a las noticias, de decir con el cuerpo, con la voz, que debe expresar su opinion porque la objetividad en realidad “no existe”... ¡touche!

¡Que seria de nosotros si cada uno en la tarea que nos toca hacer nos guiaramos por nuestra voluntad!. Supongo que ninguno de ustedes en su trabajo le pone su “toque” a las cosas, porque el jefe los pone en la calle inmediatamente, y de no tener jefe peor aun, porque sabes que tu empresa quiebra si haces las cosas como se te antoja y no como debes hacerlas.

Los periodistas parecen no entender que la suya es una profesion que deberia ser una de las mas nobles y honorables, porque el periodista de ley tiene la mision de informar, de contarle a la gente la verdad para que cada uno elabore, porque, a pesar de lo que quiza sienten muchos periodistas, los televidentes, los lectores, los oyentes, tambien tenemos capacidad de pensar y de discernir que nos parece correcto o incorrecto, mejor o peor. Solo necesitamos saber la verdad, no lo que el periodista considera que es verdad. Y entre una cosa y la otra, amén de los gustos de Mercedes Marti, hay diferencia.

Por el contrario, el periodismo argentino parece seguir creyendo que la profesion de periodista es mas bien una especie de oportunidad, de suerte que nos toca, como un futbolista o un famoso como Wanda Nara o la “Tota” Santillan, que llegan mas arriba cuanto mas bizarros son ... y entonces aparecen los Mauro Viale, los Jorge Pizarro o los Luis Majul, con horas y horas de espacio en los medios para destripar banalidades, o yendo mas lejos, el periodismo carroña de Jorge Rial o Viviana Canosa, y la profesion se transforma en un disparate que se insulta a si mismo.


4 comentarios:

  1. Con todo respeto, perdone que disienta.

    Un periodista es quien busca información, tendencias, temas de interés público, personalidades, y su posterior difusión. Para ello debe recurrir a fuentes fiables y verificables.
    Los principios del periodista deben ser: el respeto por la verdad, y el rigor en la búsqueda de información fidedigna y verificable. En general, se considera buen periodista al que consigue información relevante, breve y exacta. Ser periodista exige respetar al público y respetarse a sí mismo.

    Me atrevería a decir que se extinguieron y los que pretenden llevar ese título imitan al "Ingeniero Blumberg", que haría puentes de cartón pintado sin vergüenza alguna.

    Se murió Bernardo Neustadt, y si creyera en razones esotéricas y simbolismos del más allá, entendería porque fue, justamente, en el "Día del Periodista".
    Si bien sabemos que es necesario morirse para pasar a ser "una excelente persona", su trayectoria apoyando gobiernos dictatoriales y vendepatrias estaba más clara que el agua. Incluso escuché (por usar las orejas todo el día), que había sido "fiel a sus principios".

    Supongo que en su artículo Usted se refiere a individuos que aunque utilicen el eufemismo y pretendan ser periodistas, solo son "opinadores" -como Guido Süller o Jacobo Winograd- pero al servicio de las Empresas de Des_información.
    ¿Por qué lo hacen?, me dirá usted, y esbozaré una respuesta: Vedettismo, deseos de figurar, mantenimiento de un status social, prebendas...

    Espero no considere "tendenciosas" mis afirmaciones.
    Caso contrario, disculpe.

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  2. Lo sucedido en el programa OTRO TEMA, de Santo Biasatti, que se transmitió por TN el martes 10/6/08 a las 22 Hs, creo que está relacionado con su nota.
    Agradeceré se comunique a http://www.comunidadquijote.com.ar/?p=342 o por correo.
    Gracias.
    Luis

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  3. esa idealizacion del "periodismo". Ciertamente, un periodista tiene que ser objetivo. Enfrenta las mismas dificultades que un historiador. Aunque se limite a leer simples hechos, la misma selección de ellos implica intervención de su subjetividad.
    Ahora, hay un largo camino de esa mínima intervención de la subjetividad a lo que está pasando ¿hoy? con el periodismo argento. Los periodistas estan confundiendo informar con dar su opinión. Que no está mal. Pero, aclaren, y no pretendan que una opinión es la realidad.
    Tambien, nos, el público tenemos que ver la diferencia entre info y opinion.
    pd. ¿vos me dejaste un msj en el 360? si es asi te cuento, que oficialmente estoy suspendida, sin aclaración de por cuanto tiempo. baiii

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  4. Todo relato es una contrucción discursiva.

    Lo malo del periodismo es cuando (re)construye a favor de grupos de poder y en contra de mayorías. O incluso de ciertas minorías.

    Esas recontrucciones nunca son, claro está, gratuitas.

    Hasta se podría pensar que el periodismo, lejos de ser la voz de los que no tienen voz, es la voz de los que tienen algun tipo de poder... Y que el periodista es un señor o señora que vende su voz en una fábrica que se llama Canal de TV.

    Cuando de pronto, gente tan urbana como son los periodistas se vuelcan en masa a apoyar a los cultivadores de achicoria frente a criadores de vicuñas con argumentos tan apasionados, es porque el mercado de achicoria está en auge y arregló con ese canal para perjudicar a otro grupo de poder en ese momento en descenso.

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Muchas gracias por comentar.
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