domingo, 11 de octubre de 2009

El tema de la cervecería

Hay un libro que estoy leyendo muy de a poquito (porque es bastante denso en el sentido de "cargado de información" y por cierto yo leo muy despacio) pero a la vez interesante, que voy a citar al pie de la nota que escribo pero que ya mencioné un par de veces en el blog. Y a la vez que lo voy leyendo, voy encontrando cosas interesantes. Hace unos días, antes de que saliera la Ley de Medios de la democracia, estaba repasando un capítulo que hablaba del grupo Bemberg. Es espectacular, porque tiene que ver con la actualidad en muchos puntos. Respecto a las empresas monopólicas, respecto a las cerveceras en el país (hoy sigue habiendo una importante concentración en la rama cervecera en Argentina, aparentemente es un muy buen negocio) y también sobre el radicalismo.


Subrayé algunos fragmentos para compartirlos, está algo cortado por lo que pueden quedar algunas cosas medio en el aire, pero se entiende (no quería copiar todo porque es mucho).

Por entonces [aproximadamente 1917] la concentración económica y, eventualmente, el desenvolvimiento de prácticas monopólicas afectaban vastos sectores de la industria. Entre ellos, la cervecera ocupaba un lugar de importancia debido a que se trataba de un producto de consumo popular, cuya demanda crecía de manera vertiginosa desde fines del siglo XIX. Fue precisamente durante la entreguerra cuando se afianzó el control de esa industria por parte del grupo Bemberg, un holding que había nacido como una casa comercial a mediados del siglo XIX. (...)
Esta empresa ocupó desde un comienzo un lugar destacado en la producción nacional. El fuerte crecimiento del consumo en el país, la concentración de la demanda en los distritos urbanos y los altos costos del transporte refrigerado de cerveza condujeron a sus propietarios a una estrategia basada en la progresiva integración horizontal. (...)
El poder económico del grupo Bemberg, construído sobre la base de su papel como agente financiero del Estado Nacional y de las provincias, brindó los recursos necesarios para la estrategia de concentración horizontal. (...)
El control sobre el sector se afianzó con la compra de las cervecerías Córdoba (1931) y Bella Vista (1934). La primera operación se realizó luego de una dura competencia en la que la empresa cordobesa, fundada por Carlos Meyer, había logrado desembarcar en Buenos Aires. Según la revista La Industria Cervecera, esta competencia había conducido a la Brasserie a proponer una suma fabulosa para la compra de la Cervecería Córdoba y a retirar luego ese producto del mercado porteño. (...)
En 1931, La Industria Cervecera calculó que el grupo controlaba cerca del 80% del mercado de cervezas (...)
Perón consideró que la liquidación de las sociedades se había tornado lenta, que varias de éstas empresas volvían a manos de los Bemberg y que se estaba produciendo una fuga de capitales hacia el Uruguay, y ordenó la sanción de una nueva ley para acelerar la liquidación. El proyecto establecía que las empresas serían vendidas bajo el procedimiento de liquidación sin quiebra. (...)
La ley fué votada por unanimidad en la Cámara Baja (...) El voto favorable del radicalismo ponía en evidencia que frente a esta cuestión no había posturas ambiguas:
"Nadie podrá decir que este proyecto y la sanción subsiguiente no expresen el sentir de toda la Cámara de Diputados o que no esté en consonancia con el pensamiento de la opinión pública nacional sin distinción de matices". (...)
El amplio consenso político que la medida había alcanzado ilustraba hasta que punto la elite económica, en la Argentina de posguerra, era mirada con desconfianza y recelo por un amplio espectro de la sociedad argentina. (...)
[Esto] marcaba el inicio de una etapa de enfrentamiento abierto entre Perón y los Bemberg (...).



Una joyita. Hay cosas que no cambiaron, como los monopolios y la forma que tienen de operar. O la concentración en la industria cervecera. Otras, empeoraron: el rol del radicalismo el otro día empeora, visto ésto y con todo lo que cuesta, el de los años '50. Antes al menos se oponían a los monopolios. También cambió la visión de "la gente" respecto a las elites económicas, como marca el texto en forma indirecta.

En fin, es lo que hay. Me pareció interesante comentarlo.



Fuentes:

El Estado empresario en la Industria Argentina. Conformacion y crisis - Belini / Rougier - Manantial - 2008 - cap. 3 (139-148).

Imagen:
http://alsur.files.wordpress.com/2006/08/quilmes.jpeg

7 comentarios:

  1. Muy bueno Martín, también sirve para comparar como actualmente las cervececeras tienen el control absoluto de la materia prima, la cebada y la malta, en un par dfe empresas. Algo así como Multicanal controlaba los cables con TyC.

    No sé como estará la cosa ahora, pero fueron tan enfermos del monopolio que pretendieron cultivar lúpulo en la Pampa Húmeda para no depender de los pequeños agricultores de El Bolsón, una de las pocas regiones donde nace la enredadera del sabor amargo en el mundo.

    Abrazo compañero, me via a tomar un birrín, casero.

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  2. Jaja, que grande, no me digas que te haces tu propia cerveza. (Yo no bebo, soy Artemio, digo abstemio).

    Sí, al igual que Clarín o que cualquier grupo de poder económico dominante en el mercado (hoy existen varios en Argentina, no era sólo Clarín) se busca hacerse fuerte controlando todas las etapas del proceso productivo, como indicás con lo del lúpulo. Y después a comprar a la competencia, esto pasa en todo el mundo, Microsoft es un ejemplo clásico.

    Eso es a lo que quería apuntar básicamente, a como las grandes empresas empiezan a copar el mercado arrasando con todo lo demás, el famoso mito de la "competencia". La competencia es un chamullo, una vez que alguno tiene una posición dominante se devora al resto.

    Salutes.

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  3. Hasta que año llega el libro?.
    Porque la historia siguio peor...

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  4. En realidad el libro sigue. El que llegó hasta ahí soy yo :P jaja.
    Después te cuento como sigue la novela...
    ¡Salutes!

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  5. Ah, por cierto. El libro es tan actual, que en la parte introductoria en la que habla sobre los va-y-viene del Estado fuerte - Estado débil, comenta que Cristina Kirchner estatizó Aerolíneas.

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  6. Agarrate ,porque cuando llegue el desguace de calsa y quilmes te vas a querer matar.P-.

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  7. ¡Jajaja! te cuento...
    Abrazo.

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