Ponele
que Lanata tiene razón. Es mas, ponele que Lanata es honesto, cosa que es
mentira, porque obviando sus jugadas sucias visibles (Crítica, monotributista
insolvente, extorsión, etc.), es deshonesto públicamente desde el momento en
que se va a un multimedios que hasta hacía poco acusaba de cómplice de la
dictadura militar, pura y exclusivamente por plata (porque, muchachos, Lanata
será un patriota pero por la Patria no hace nada si no hay mosca de por
medio…).
No
vi el programa de Lanata. Quizá tengo miedo de creerme el circo y convertirme
en Pablo Marchetti, que descubrió que él mismo, en base a pruebas
televisivas, puede ser juez y parte y dictaminar quienes son chorros y quienes
no, total la presunción de inocencia es una boludez y la justicia está al pedo
en tanto existan tipos en los medios para decidir a dedo quien es el bueno y
quien es el malo.
No
veo el programa de Lanata porque no necesito verlo, como no necesito ver a
Tinelli o a Rial para saber como funciona su sistema: show, aplaudidores, rating,
creación de sensación de consenso general. Nicolás Cabré puede ser el mejor
tipo del mundo, ponele, pero si Rial y los cinco parásitos que tiene ahí
deciden que es una basura, lo van a hacer ver como una basura ante el nueve y
pico de rating, o diez, que sigue al mercenario ese tres horas por día, porque
además el que sigue también decide creer.
No
es que no veo a Lanata por prejuicio, no veo a Lanata por la lógica con la que
funciona su programa: la televisión o los diarios son espacios excelentes para
el debate político, pero no para administrar justicia. La justicia vía medios
de comunicación es muy parecida al fascismo.
Hay
un juego perverso entre el medio y el receptor, que guste o no la verdad es que
está sometido al poder del medio. Muchos criticamos a 678 porque,
lamentablemente, también entró en ésta lógica y aún siendo necesario un
contrapeso, la edición, el linchamiento público (por caso, Juan Miceli), la
falta de objetividad, han viciado el formato al punto de hacerlo casi estéril:
los medios no pueden hacerle eso al espectador, está mal, es abusivo y en algún
punto es un manoseo al sistema democrático, en el que hay un Ejecutivo y una
cámara de legisladores elegidos por el pueblo y un Poder Judicial que, bien o
mal, debe impartir justicia. La culpabilidad o inocencia no pueden depender de
una mueca de Lapegüe. Los medios abusan de su poder y el espectador es sometido,
a nadie le gusta ser sometido, pero el primer paso para no serlo es reconocer
que se lo es.
En
síntesis, Lanata no descubre nada, faranduliza una vieja denuncia, lo hace
digerible para el público sometido. El que sale ahora a decir “eh, ¿viste?, el
gordo mostró que son todos chorros”, en realidad es un bebé al que necesita que
le den de comer en la boca, una persona que vive una fantasía que desea creer,
porque aunque sea verdad lo que denuncia Lanata no lo es todavía en tanto no
exista un proceso judicial y la Justicia no se pronuncie de ese modo.
Y
pasando por alto todo esto, ponele que Lanata hizo, hace y hará todo bien…
ponele que Néstor y Cristina son o fueron chorros. La pregunta es, ¿cuál es el
resultado esperado? A ver, seamos claros: ¿Qué espera Lanata, o mejor, que
esperan los que vienen preparando ésta movida desde los medios, grupos
económicos y parte de la clase política vendida a esos intereses de éste tipo
de jugadas mediáticas, o de manifestaciones sin un fin determinado mas que oponerse
al gobierno, como las que organizan cada 4 o 5 meses? Hay intereses, deseos,
apuestas inconfesables ahí. Para algunos es guita, para otros puede ser la
vuelta de la represión. El punto es que hay mucha basura al acecho, toda
revuelta, y todos juegan pensando en que se llevan la torta, o que al menos se
arme mucho quilombo, así cada uno se lleva un cacho de la torta.
El
kirchnerismo tiene tanto valor material como simbólico, quizá más simbólico que
material. Es decir, el kirchnerista trasciende a Cristina y a Néstor, como,
yendo aún mas lejos, el peronista –que también puede ser kirchnerista, claro
está– trasciende a Perón y a Evita, porque el peronismo es una expresión del
pueblo, de un pueblo al que alguna vez le fue negado algo y en medio de la desolación
hubo quien le tendiera una mano. A éste pueblo también le fueron negadas cosas,
en diversos ámbitos: de la justicia, de la igualdad, pero también de la
militancia, del derecho a una pertenencia política. Esos pendejos de La Cámpora
van a preferir negar hasta la muerte que Néstor y Cristina son chorros, aún si
hubiere pruebas que demuestran que se comieron a Heidi, y ¿sabés qué? eso está
bien, eso es bueno, porque la “verdad” es bastante más compleja que un informe
de Lanata, a fin de cuentas, Lanata y el propio medio que lo contrata, en tal
caso, son tan lavadores de dinero como presuntamente lo sería Néstor. Pero
Néstor o Cristina tienen fecha de vencimiento en las urnas, y Lanata no hasta
tanto no se muera o se le acabe el rating para siempre, y Clarín no hasta tanto
no cumpla con la ley –y aun así, tampoco, porque el daño al mapa de medios que
hicieron Clarín y otros multimedios en Argentina trasciende al propio grupo y a
la propia Ley de Medios Audiovisuales.
Lo
que intentan hacer con todas estas movidas es más sucio aún que el presunto
lavado de dinero. No separar la paja del trigo, promover que las cosas se
desmadren e incluso llamar a la desobediencia civil es digno de un traidor a la
Patria. Cagarse en las cosas buenas que hizo o motivó el gobierno y pasarlas
por alto, e incluso tergiversarlas de modo tal de convertirlas en algo maligno
(por ejemplo, la militancia de La Cámpora, o acusarnos a los blogueros de ser
rentados) es propio de una banda de facinerosos que lo único que quieren para
el país es que les den garantías de seguir haciendo guita a costa de que los
demás, los de a pie que compran los productos, consumen los medios de
comunicación y laburan por un sueldo, se jodan. No por nada Lanata, como tantos
otros mercenarios de los medios, hablan todo en términos de plata. No tienen
otra cosa en la cabeza que hacer guita, es su único anhelo.
Es
tan sucio lo de Lanata que, ya no sólo no denuncia al multimedios que hace un
par de años para el gordito era lo peor del mundo y hasta había sido cómplice
en la represión y tortura para quedarse con Papel Prensa, tampoco tiene un
mínimo de pudor como para decir “bueno, convengamos que yo creo que todo esto
es así, pero viejo, no tomen el Congreso, respeten las instituciones, no caguen
a piñas a la gente que está trabajando sean opositores u oficialistas, no
griten consignas pro-dictadura, no sean boludos”. No, a el, como la lacra
opositora a la que ya nada le importa para tratar de ganar un votito, tratan de
no ahuyentar al publico; unos lo hacen por guita, otros lo hacen por un votito,
no importa. Todos quieren un pedazo de la torta y el daño que causan les
importa tres pitos, todo en nombre de la “verdad” que ellos mismos construyen
desde los medios –los políticos opositores también–, pasando por encima del
sistema judicial al que quieren defender, cuando el sistema judicial, saben,
son ellos mismos que juzgan para siempre con una foto, una declaración
retorcida o descontextualizada, lavándose las manos y haciendo caso omiso de
todas las medias que chuparon durante años (ahora parece que Menem en Clarín es
mala palabra, que divertido).
Yo
creo que ésto se soluciona fácil. La oposición necesita un candidato. El nombre
que suena en todas las tribunas opositoras es Jorge Lanata. Entonces, capo, la
respuesta es sencilla. Si sos tan pistola que te las sabés todas, tan limpio
que no te pueden probar que te choreaste un alfiler, si te la bancás de verdad
y te interesa el país, si tenés todo: honestidad, inteligencia, conocimientos,
¿Qué estás esperando?
Es hora
de que Lanata se decida y sea el candidato a presidente de la república linda y
casta.
Y
nosotros, con todas nuestras miserias de las que deberemos hacernos cargo,
tendremos que seguir caminando el bosque.
Así
que dale, correte gordo, es hora de que te calces los botines y salgas a jugar,
que nos estás estorbando a los que creemos en la política real y la gente,
afuera, está coreando tu nombre.