viernes, 20 de noviembre de 2009

Lo que lagente quiere es sangre (parte 2)


Bueno, si algo confirma aún mas mis sospechas que volqué en el blog en la nota anterior a lo que estoy escribiendo ahorita mismo, es ésta noticia que publica Clarín (o Corneta para evitar procesos judiciales molestos).

Los vecinos reclamaron también medidas para reforzar la seguridad en la zona. Una visita inesperada le agregó polémica al acto: Juan Carlos Blumberg fue repudiado por parte de los manifestantes mientras hacía uso de la palabra. Tras el mal momento, el padre de Axel se retiró sin realizar declaraciones.

Esto es tremendo, y no estoy haciendo un chiste ni echando mano a un carrasquismo. No hay nadie en el país que represente tanto el sentir de la media de los manifestantes que acuden a ese tipo de protestas por la inseguiridad como el ex ingeniero Juan Carlos Blumberg. Primero, porque es un hombre de clase media, hasta con un apellido digno de un ingeniero y al que le mataron un hijo en un secuestro, cosa que no es joda. Y además, porque forma parte del grupillo de madres y padres de víctimas que adhieren con mas fuerza a los pedidos de medidas represivas contra el delito. Estoy seguro de que la gran mayoría de los que están ahí hubiesen aplaudido a Blumberg hasta el cansancio y se hubiesen sentido orgullosos de que un tipo los represente tan fielmente. Claro, si no fuese por un detalle: su incursión en la política.

Los repudios dijeron algo muy clarito: "vos también sos parte de ellos". Juro que hasta a mi me daría cosa chiflar o abuchear a Blumberg, porque si bien no coincido con su forma de pensar no puedo olvidar que le mataron un hijo y eso me haría al menos intentar comprenderlo y respetarlo en su dolor. Pero lagente ya no respeta códigos, de ningún tipo, ni siquiera con los que están cerca de ellos ideológica o socialmente. Repito, y estoy seguro de lo que digo: lagente quiere sangre, ya, ahora mismo, roja y brillante. Cualquier sangre viene bien: la de un pibe chorro, la de Cristina, la de Blumberg o la de Sanz, todos caen en la volteada y si el grueso del periodismo argentino se salva y recibe caricias es por su indudable capacidad de hacer de la demagogia un modo de vida.

El mecanismo mediante el cuál el poder real, las corporaciones y los grupos económicos del país lograron transformar el escenario político en una especie de 2001 diet es admirable: identificaron enemigos, instalaron una lista de prioridades para el país y para combatir a los enemigos (y sus cimientos) a través de los medios y no sólo introdujeron su plan de gobierno de facto en el trono dónde se sienta el sentido común, también lo hicieron rebotar una y otra vez hacia todos lados llegando incluso a los mas perjudicados, la clase política. Tanto opositores que perfilaban afines a las corrientes de pensamiento del stablishment (caso Macri) como aquellas que perfilaban para otra cosa (caso Binner o incluso Carrió) compraron en general éste discurso por la necesidad de responder demagógicamente a un pueblo que encontró en el oficialismo el origen de todos los males. La tentación de pactar con el diablo es muy grande, y todos compraron a lo pavote.
¿El resultado? Una ley se vota con el apoyo casi unánime del Senado de la Nación:

El Senado de la Nación sancionó el miércoles por la noche con 57 votos a favor y uno solo en contra (...)
Pero la respuesta de una buena parte de los argentinos (basta con ver encuestas o preguntarle al vecino) es que están en contra por el sólo hecho de que tiene tufillo a oficialismo, o a Madres de Plaza de Mayo. A mi me parece extremadamente grave, el Senado (todo, no sólo el oficialismo) tiene legitimidad, pero no tiene el respeto de la opinión pública. La política se ha fagocitado a si misma en la desesperación de las fuerzas opositoras por agarrar un cacho de poder.
Sonríen Alfano y Lapegüe, aunque pobre Sergio no sabe bien por que. Sonríe también Morales Solá, y por que no Grondona. Pero si alguien se caga de risa es Ratazzi, junto a Franco. Grobocopatel lo festeja a su modo, y la mesa de enlace empieza a especular con los precios futuros de la soja.

Quizá soy yo, pero si el Senado dicta leyes en las que nadie cree "porque son todos ladrones", si ni siquiera Blumberg puede hablarles de inseguridad porque "es un chorro igual que todos", hay algo que no está demasiado bien. Y me preocupa. Porque un pueblo enceguecido por la sed de sangre y de venganza puede hacer cosas realmente espeluznantes.




Fuentes:
Clarín
http://www.clarin.com/diario/2009/11/19/um/m-02044485.htm
http://www.clarin.com/diario/2007/07/27/um/m-01466082.htm

Imagen
https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEizLkWPh4aJNVsTPT5JQ_W2A9327b2O8NRZG_W8P_zPOp9u0J1ju-EibOcWqJ-EJgDb0Q73O4Qi3m0bE_EglZThgv1LtKQeYvuv09_NLlGr4SkfYnrX2Myi91Hu4iFCGXSDAqn9cY42nD_-/s400/AUXILIO,+NOS+ESTAN+MATANDO.jpg

Los Andes Online
http://www.losandes.com.ar/notas/2009/11/20/sociedad-457823.asp

DiarioC
http://www.diarioc.com.ar/internacionales/Bush_reelecto_en_la_Casa_Blanca_prometio_seguir_la_lucha_antiterrorist/77235
.