miércoles, 8 de diciembre de 2010

UdeSA a la izquierda de Tenembaum (je)

De casualidad agarro el programa "P+P-". El nuevo tema para regocijarse de las propias miserias: el ranking PISA, en el que queda claro que estamos mal mal, muy mal, horror, vendrán negros, muchos negros.


Me encantó como Silvina Gvirtz, de la UdeSA, tiró abajo el montaje de "estamos como Kazajstan y Quatar" (además, como si conocieramos la realidad de esos países, tan tercermundistas como China Shangai) con claridad: Argentina cayó como nunca en educación entre 2000 y 2006, y la caída es lógica, no sólo tiene que ver con el dinero asignado a educación sinó también con la inercia de la destrucción noventista del sistema educativo. Interesante es que Gvirtz les haya hecho notar que Argentina mejoró entre 2006 y 2009. Es perverso incluír ese período de 2000-2006 en la valoración de las políticas educativas de este gobierno, no porque no sean cuestionables, sinó porque tal comparación tiene mas fines anti políticos -y puntualmente, anti gobierno- que de sincera crítica. Es mas: pueden alentar la idea de que los recortes a la educación no necesariamente son tan malos, dado que se trataría exclusivamente de un problema de diseño, de gestión y no de recursos.

Lástima, porque sería interesante que en lugar de jugar con la tabla de posiciones manipulada (como si, además, fuesen palabras sagradas) se analizara realmente todo el proceso que ha sufrido Argentina en estos años. Por ejemplo, no estarían mal estas estadísticas comparativas en el área de seguridad, aunque quizá no convenga demasiado saber que Argentina está, según la ONU, entre los tres países mas seguros de Sudamérica, o al menos con menores tasa de homicidios luego de haber estado en niveles del doble o mas entre 2000 y 2003. Que Argentina esté mal en el área educativa es una foto, que no mira la película. Y hacer una estadística del 2000 al 2009 es una película a la que le dejaron el principio y el desenlace pero le robaron todo el nudo.

Los propios conductores del programa tuvieron que admitir que Argentina invirtió mas que nunca en educación. Omitieron, incluso, que Argentina por primera vez en su historia tiene un canal de TV -de calidad- que es hoy de señal abierta dedicado 100% a la educación. No es solo plata, son medidas revolucionarias: la señal Encuentro, conectar-igualdad, decenas de nuevas universidades, condiciones dignas de estudio, becas, fomento de las carreras técnicas, sueldos decentes. Los que estudiamos y luego nos dedicamos a la docencia sabemos perfectamente -podemos omitirlo, o mentir, pero para adentro lo sabemos- que se mejoró increíblemente en lo que respecta al marco en el que se estudia. ¿Será necesario, entonces, replantearse la forma en que se está educando? Posiblemente. Fui y soy bastante crítico de algunas técnicas y metodologías educativas que están obsoletas, todo el tiempo me pregunto si lo que estoy haciendo no debería ser hecho de otra manera e intentando introducir cambios que mejoren la calidad de lo que transmito en las clases. Pero ojo, podemos cometer un error si esperamos cambios instantáneos. Incluso desde el progresismo se piden cambios radicales a estas políticas, y gobiernos liberales -que sí pueden llegar a ser gobierno- no van a dudar un segundo en aplicar esos cambios en la forma en que ellos lo interpretan, claro: recorte de presupuesto y reforma del sistema educativo.

Existe otro gran problema, que es la delegación de culpas: en el gobierno, en los maestros... ¿no habrá, acaso, también un problema de responsabilidades de los padres? ¿como hace un docente con un alumno que no tiene noción siquiera de lo que está bien o mal? ¿que hacen los padres por la cultura general de sus hijos? ¿alientan la lectura? ¿cuántos libros tienen en casa? ¿cuántos compraron el último año? ¿cuánto hablan con sus hijos de educación? ¿que tanto alientan que sus hijos practiquen algún tipo de actividad, arte, deporte, etc? ¿es mas fácil ser pasivo y esperar a que la primaria, la secundaria y la universidad (y, para algunos, el servicio militar) resuelva todos los problemas? Por supuesto que es mas fácil, pero es mas difícil para todos los demás, para los maestros y para el gobierno. Porque Cristina no puede estar controlando si Juancito se porta mal en clase, y el maestro o el profesor bastante tienen con tener la responsabilidad de transmitir un conocimiento lo mejor posible como para actuar de padres de decenas de chicos.

El problema de la educación es un problema que parte del mismo lugar que prácticamente todos los demás: todos somos responsables. Hay que saber ponderar que se hizo bien y mal en estos años por parte del gobierno y de las autoridades, pero también que se hace bien y mal por parte del orígen del arbol, de las raíces: la familia.


Fuentes:

La Nación
http://www.lanacion.com.ar/nota.asp?nota_id=1331752

UdeSA
http://www.udesa.edu.ar/

Imagen
http://1.bp.blogspot.com/_T9olRna8Hi8/SKYGSkKW3tI/AAAAAAAACwo/oVdwYflFfx8/s320/9gc8bm.jpg
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