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lunes, 14 de septiembre de 2009

Fabricando el consenso

Hoy, temprano, mientras me bañaba, pensaba por que casi un 70% de la sociedad argentina nos odia.

Lo que me sorprende no es que se opongan, o que desconfíen, o que pataleen. Eso le pasa a cualquier gobierno. Pero estoy seguro de que hay pocos antecedentes de odio tal y como lo vemos hoy en los opositores, quizá del '83 a la fecha es el momento mas tenso que vivimos.


Claro, los opositores dirán que es por el estilo kirchnerista, que no quiero descartar para no ser terminante, pero que se verían obligados a comprobar, mas aún teniendo en cuenta que el odio a los Kirchner -y a todo aquel que se asuma oficialista- empieza hace solamente un año y medio, con ya mas de seis de gestión kirchnerista.

Pero es sorpresivo el proceso que se observa en la construcción de una oposición dura al oficialismo en la población. Es impactante, por ejemplo, ver como se ataca un proyecto en base a argumentos absolutamente falaces que se repiten todo el tiempo (es el caso, por ejemplo, del argumento de que la nueva Ley de Medios Audiovisuales daría mas poder al Poder Ejecutivo, lo cual es indudablemente falso porque es imposible darle mas poder al Ejecutivo del que le da la Ley de Radiodifusión vigente y esto va mas allá de lo que dice la propia ley o de la existencia del Comfer, sinó que es puro sentido común: es una ley pensada por y para un gobierno militar).

Cualquier intención de debatir con argumentos parece caer en un pozo sin fondo. Así, es por ejemplo imposible hacerle ver al ciudadano promedio, que el índice de homicidios ya en el año 2000 era notablemente mayor al actual. La respuesta es usualmente la negación y la resistencia al chequeo de la información o a la aceptación de dicha información como válida, con el argumento de que el gobierno manipula toda la información que nos llega. Como puede verse, es un callejón sin salida producto de una profecía autocumplida: dicen que el gobierno miente, yo lo verifico y niego toda explicación o repregunta oficialista.

Lo interesante del caso está en la segunda etapa, que es la verificación. En el caso de los delitos, la verificación es simple: "todos los días matan a uno", se puede ver con facilidad en cualquier noticiero, C5N y canal 9 son especialistas en el asunto. En realidad, hay que corregir este punto: todos los días matan a entre cinco y seis personas. Si, leyó bien, entre cinco y seis. Sin importar que al día de hoy esa cifra es de mas de 40 en los EEUU y de 135 en Brasil, ya en 2000 la cifra de homicidios era de aproximadamente entre siete y ocho por día.

¿Ustedes se acuerdan de alguien hablando de inseguridad en el año 2000? Los dejo pensando.

Otro de los temas que hacen furor en las discusiones unipolares antioficialistas es el de "lo caro que está todo". Es otro aspecto bien explotado: hay pocas cosas mas violentas que el acto de la compra y la venta. El individuo que compra está sometido a una acción extorsiva: tiene que dar su dinero a cambio de lo que necesita o cree que necesita para vivir. Es decir, aporta una porción de su trabajo -léase, su esfuerzo- simbolizada en el dinero. El dinero actúa de algún modo como comprobante del trabajo. Para cualquier individuo siempre está caro todo, nunca jamás escuché a una persona decir "¡que barato que está todo!" salvo al que entró por primera vez a un "Outlet" dónde venden segundas marcas y discos pirata. Nadie quiere desprenderse de su dinero, porque además no existen garantías de que ese dinero va a volver a existir. Especialmente en el caso del asalariado, la tensión por la potencial pérdida de su fuente de dinero -el trabajo, claro- es notable. Claro que en algunos casos es peor que en otros, pero siempre hay tensión por la posibilidad de perder lo que se tiene, sumado a que en el mundo tal y como es la necesidad de consumir es creciente y pocas personas moderan o adecúan los gastos a sus ingresos, por el contrario, suben la apuesta y se proponen realizar una carrera ascendente. Una persona sometida a esta presión no puede mas que estallar si el precio del tomate sube de $ 1,50 a $ 3, ni hablar si sube a $ 20 independientemente de que luego quizá vuelva a $ 1,50. El hecho notable no va a ser la baja, sinó la suba. Esto empeora si luego de la jornada laboral enciende la TV y le dicen que su dinero vale menos cada día y que para colmo tenga el dinero que tenga es probable que muera asesinado tarde o temprano.
La realidad es que comparativamente los costos en Argentina son mas bajos que en casi todos los países vecinos, en casi todos los rubros que se nos pueda ocurrir: alimentos, energía, tecnología, etc. Y los salarios no están muy lejos o incluso son mejores. Mucho se habla del modelo brasileño, pero no de los sueldos brasileños. Se habla del modelo uruguayo, pero no del costo de vida en Uruguay, o el valor de un celular en el país oriental.
De nuevo, esta afirmación que yo hago dirigida a un opositor tendrá como resultado la negación y posiblemente una respuesta violenta.

La pregunta entonces es bastante obvia: ¿por que?

Bueno, posiblemente hay una cuenta pendiente. El kirchnerismo sigue sin resolver el problema de los mas pobres, sigue sin llegar a resolver definitivamente el problema del desempleo que sigue siendo alto y sigue teniendo algunas otras cuentas pendientes en materia de desarrollo social, si bien se ha mejorado notablemente en los años que van de 2003 a 2009.

Pero lo notable está en la bronca de las clases medias, que sin ningún lugar a dudas mejoraron -globalmente, claro- su condición durante la etapa kirchnerista. Creo que es un conjunto de factores muy complejamente relacionados que incluyen factores históricos y sociales (peronismo, antiperonismo, izquierda, derecha, conservadores, católicos, inmigrantes, etc) pero que están profundamente influídos por un actor central que ustedes seguro se imaginarían desde el principio que me iba a referir a el: los medios de comunicación.

Es muy particular un aspecto. Tanto Robert Kyosaki como Noam Chomsky, figuras antagónicas si las hay, coinciden de algún modo en algo: el miedo del hombre promedio a perder el empleo o quedar afuera del sistema lo hace funcional al propio sistema. No lo dicen igual ni con el mismo objetivo, pero está claro que el miedo es un talón de aquiles del ciudadano común.

Los medios de comunicación explotan éste recurso cuándo se ven afectados como oligopolios o grupos de poder económico, o bien como socios y vías de defensa de otros grupos de poder económico, como podrían ser por ejemplo las grandes empresas agropecuarias. No es llamativo ver a Grobocopatel en TN, por ejemplo.

En este sentido, es lógico que todos los que adherimos al kirchnerismo seamos odiados por parte de la oposición. Somos vistos como lacayos del poder de turno, un poder que aparentemente sería el mas grande, o bien, directamente el único poder. Y de ese poder vendrían todos los problemas que tenemos y que nos dicen que son muy graves. Cualquier defensa que haga ese poder de si mismo, es porque quiere justificar sus malas acciones y por ende es mas irritante aún. Pero si la defensa viene por parte de ciudadanos comunes, entonces es inaceptable. La respuesta posible es que seamos malas personas, dementes o individuos rentados por el propio poder.

Lo que éste punto de vista no considera es que existen otras fuerzas de poder, quizá mas grandes y persistentes que el gobierno de turno, y con un mecanismo mas aceitado de deformación de la realidad e incidencia sobre las variables que afectan la vida cotidiana de lo que podría parecer a simple vista.



Chomsky, los medios y la gente

El otro día pasé por este posteo del compañerazo bloguero El Tío, y me colgué a ver el video que recomendó. Paso la pelota y les recomiendo también verlo. Es largo, está dividido en dos partes y como siempre Chomsky es un poco complejo para explicar pero el mensaje es bastante claro. Especialmente sobre el final del segundo video, explica muy bien en un pasaje como funciona el mecanismo de la manipulación de la información para influír intencionalmente en el público.

Yo lo recomiendo nomás. Es un video que se nota que tiene mas de una década, lo que viene a confirmar también que Chomsky hace rato viene gritando que los medios no son "independientes" ni están con "la gente". Que lo disfruten.





Para Tenembaum que lo mira por TV. Por Multicanal, por supuesto.



Fuentes:

Videos:
http://video.google.es/videoplay?docid=8796732900203862768&hl=es#
http://video.google.es/videoplay?docid=-8618669975007990702&hl=es#

Sidra, Pan dulce y Alpargatas:
http://sidrapandulceyalpargatas.blogspot.com/2009/09/chomsky-y-la-ley-de-servicios.html
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